¿De dónde nace la idea?
Entre todos podemos mejorar nuestro entorno. Y qué mejor que sean los propios niños los que lo experimenten con algo tan sencillo como plantar árboles en el recinto del colegio y en parques próximos a éste.
No es necesario que expliquemos qué nos aportan los árboles. Solo se nos ocurre una poesía de Rafael Alberti, para expresar lo que se siente cuando no están con nosotros.
Han descuajado un árbol
Han descuajado un árbol. Esta misma mañana,
el viento aún, el sol, todos los pájaros
lo acariciaban buenamente. Era
dichoso y joven, cándido y erguido,
con una clara vocación de cielo
y con un alto porvenir de estrellas.
Hoy, a la tarde, yace como un niño
desenterrado de su cuna, rotas
las dulces piernas, la cabeza hundida,
desparramado por la tierra y triste,
todo deshecho en hojas,
en llanto verde todavía, en llanto.
Esta noche saldré -cuando ya nadie
pueda mirarlo, cuando ya esté solo-
a cerrarle los ojos y a cantarle
esa misma canción que esta mañana
en su pasar le susurraba el viento.
Rafael Alberti
Me emociona el poema . LO trabajaré con los niños dentro del proyecto.
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